Eduardo Useta - Quien Diria
Guitarrista de Totem, pionero de las mejores y primeras cosas de nuestra música fusionada,
es decir "candombe rock fuisón" como lo llamo yo.
Acá transcribo un largo reportaje extraido de
la rede 21:
Domingo 26 de Agosto, 2012
EDUARDO USETA Y SU NUEVO DISCO
"Trabajé el candombe de una forma diferente"
* Segundo disco solista de este muy buen guitarrista
que es Eduardo Useta, el legendario ex integrante de Tótem. Se denomina
"Quién diría" y trabaja diversas superficies de fusión con un patrón
como eje: el candombe. El resultado es más que gratificante y posee,
además, invitados de lujo. Merece escucharse.
Miércoles 06 de febrero de 2002 | 12:00
Pasó mucho tiempo de volver a trabajar cono músico
solista. Más que nada porque durante mucho tiempo, muchos años, mi
actividad consistió en hacer café-concert (junto a Manolo Guardia y
Cuque Sclavo) en el pub Preludio”, confiesa el compositor, guitarrista y
cantante Eduardo Useta en un alto de su labor profesional durante todas
las noches en el Hotel San Rafael. Allí desgrana sus canciones para un
público siempre apeteciente de su variado repertorio.
Hablamos pues de su disco, de inminente edición, denominado Quién
diría, que incluye 11 canciones de su autoría y un equipo de invitados
de lujo como Rubén Rada, Federico Britos, Gastón Contenti, “Boca”
Ferreira, el cubano Eddie Peñalver y Alejandra Díaz, Raúl Medina, los
Fattorusso en pleno. El resultado: buen gusto y refinamiento,
virtuosismo y versatilidad, sensibilidad y compromiso del diseño de una
obra pareja en forma y contenido.
Dice Useta encendiendo el fuego de la charla: “Fue una experiencia
muy rica, muy fuerte que me absorbió completamente y me otorgó grandes
satisfacciones. Pero este disco como solista, Quién diría,
efectivamente, como decís, fue muy meditado y tuvo un largo proceso de
decantación hasta que las ganas no resistieron y me puse a grabarlo”.
–Es un disco que te debías, ¿no?
–Sí, es un disco que me lo debía, y básicamente porque los temas que
están en el disco los he sentido y disfrutado mucho a la hora de
componerlos. Fueron temas que hice y deshice varias veces, tanto a nivel
musical como a nivel letrístico; temas que sufrieron varias
correcciones. Quedó un trabajo global muy elaborado, con cada tema que
mereció un tratamiento sonoro diferente al otro, pero tratando de
mantener una coherencia desde el punto de vista armónico, etcétera.
Cultura afro
–Desde el punto de vista sonoro, ya se rescata una línea sonora
muy definida y la selección bastante rigurosa de los músicos que te
acompañan. Y algo que me sorprendió fue el tratamiento diverso de las
voces.
–Esto último siempre lo hice, en particular en los espectáculos junto
a Manolo Guardia y Cuque Sclavo. Llegué a hacerlo en la época de Tótem y
aquí en este disco, no a la manera de la parodia sino en una
operatividad de darle mayor diversidad de coloraciones. Y en cuanto al
sonido, tenés razón: yo creo que al oírse el disco tiene una
personalidad, un sello distintivo.
–También hay una apropiación –en distintos modos– de la cultura afro.
–Sí, este es un disco distinto de presentar al candombe. La fusión
del candombe generalmente se ha hecho con el jazz o el funkie; no
obstante, mi fusión o mi acercamiento tiene que ver más con la estética
de la música negra brasileña. Y, por otro lado, la música brasileña está
mucho más cerca del candombe que del jazz o el funkie. Fijate que hay
mucho de candomblé y otras tantas similitudes. Está el eco de la bossa
en temas como “La negra Tomasa”, aunque no eludo del todo lo jazzístico.
Es decir: el disco suena a candombe con otra dimensión.
Homenaje a Rosa Luna
–Le hiciste, Eduardo, un tributo a Rosa Luna.
–Fuimos amigos y compartimos algunas veladas juntos y charlábamos
bastante. Fue una ocasión muy válida para recordar a una amiga y a una
vedette, a un personaje trascendente del Carnaval. En la letra resalto,
más que nada, por un lado la figura ausente y, asimismo, aquella
situación de mujer que transmitía mucha alegría. Y la asocio mucho con
el Africa, y sobre todo por su forma de ser, lo que en el disco incluso
me llevó a hacer unos coritos –junto a un cubano estupendo como Eddie
Peñalver y la cantante Alejandra Díaz– a la manera de los grandes coros
africanos. Llevó mucho trabajo, pero quedó muy bien.
–El disco gana en volumen por tu labor de intérprete y de
guitarrista, pero también por la presencia de invitados de primer nivel.
–Sí, tuve la suerte de contar con gente como Rada, Gastón Contenti,
Raúl Medina, el “Boca” Ferreira (el mejor percusionista de este país,
con una fineza y riqueza de toque total), los Fattorusso y que se
consustanciaron con el proyecto. Hubo compromiso real de parte de ellos
para con mis canciones y el resultado, que debo agradecerlo, está a la
vista. Estoy muy conforme.
–Hay dos versiones de lo que llamaste “Song For Eve”. La instrumental es una maravilla.
–La grabé con el violinista Federico Britos –que había venido de
vacaciones unos días al Uruguay, ya que vive en Miami–, que tiene a
nivel sonoro como una reminiscencia de hot-club francés; después incluí
otra versión con otro enfoque y otra dimensión de arreglos. Y, por otro
lado, lo que llama la atención en el disco es que una canción como “Song
For Eve” conviva al lado de “La negra Tomasa”, pero sin embargo hay
como una coherencia.
–La negritud abarca a todo el proyecto. Tiene ese toque.
–Sí. Es algo, yo diría, que me fluye de manera inconsciente. Tal vez
sea porque me desarrollé como músico durante la década del sesenta: fue
una época muy fermental que decidió todo un rumbo de la canción popular.
Tótem y Preludio
–Tenés dos marcas. Haber formado parte de la experiencia vertebral
de Tótem y toda la onda del candombe-beat junto al negro Rada y el
resto. Pero en los ochenta hacés grandes espectáculos en Preludio junto a
Manolo Guardia y Cuque Sclavo. Hicieron del café concert un ritual.
–Tengo dos pasados artísticos, digamos. Con Manolo Guardia toqué
durante toda mi vida. Cuando iniciamos la experiencia de Preludio, no lo
hicimos para salvarnos. Era una situación que ya teníamos
internalizada, y a ello le agregamos la chispa de Cuque Sclavo. Hicimos
espectáculos, creo yo, valiosos como “Haciendo biógrafo” o “La mujer que
al humor no se asoma” y nos complementamos los tres fenomenalmente en
escena durante mucho tiempo y la gente respondió siempre. Lo de Preludio
fue increíble y dudo que vuelva a repetirse en la actualidad como
fórmula expresiva a ese grado de convocatoria.
–Y lo de Tótem tiene un trazo legendario.
–Para mí, es la gran experiencia de vida. Fue como algo decisivo.
Incluso hay gente que viene y me pide que le firme el disco de Tótem. La
otra vez, por ejemplo, yo estaba en una casa de música y se acercó uno
de los hermanos Ibarburu y me dijo algo así como ‘vos sos culpable de
que yo sea músico’, refiriéndose a la música de Tótem, que tanto lo
había marcado. Lo de Tótem fue increíble. Recuerdo que en la época de
Tótem, los hermanos Fattorusso estaban en Estados Unidos y llegaron a
grabar “Dedos” allá con la denominación de “Fingers”, junto al brasileño
Airto Moreira. Fue toda una sorpresa. Sorpresa fue también aparecer en
la revista Downbeat, en la tapa, y diciendo que éramos el nuevo sonido
de América Latina. Sorpresa fue que alguien una vez nos dijera que la
canción “El tábano” parecía Santana. Y el Lobito Lagarde le contestó:
Mirá que hicimos el tema antes de que llegara a conocerse la música de
Santana a Uruguay. La ventaja estaba en que la gente de Tótem ya tenía
experiencia y el proyecto tuvo un despegue formidable. Yo, por ejemplo,
ya había experimentado junto a Rada grabando “Las manzanas” y
“Guantanamera, todos aquellos éxitos del “Negro”. Y nos juntamos la
gente que tenía una visión estética similar, gustos similares. El caso
de Galletti, el padre de todos los bateristas; el Lobito Lagarde, con 18
años, todo un performer brillante. Ni hablar de Rada: para mí, es el
creador de la música popular de este país, hace 40 años que viene
componiendo.
–No te olvides de Mateo.
–No, claro que no me olvido de Mateo ni tampoco d
e El Kinto o de El Sindikato y de toda la movida de grupos que se
largaron a cantar en español en ese momento. Por eso creo que va a ser
muy difícil que se den en la música popular las mismas condicionantes
que se dieron en esa época. Fue impresionante y no hablo solamente de
Tótem sino también de otras propuestas muy buenas del momento. Se hacía
todo a corazón.
–Volviendo al disco: posee una sonoridad moderna y hasta le
quitaste casi se diría que visceralidad al candombe. Un disco para
paladares exigentes, tal vez de culto.
–Sí, porque se ha utilizado una tecnología de última generación y
quise tener un disco fino y a la vez popular. No fue planteado como un
disco llamémosle comercial. Lo hice para decir aquí estoy, vivito y
coleando y con toda la honestidad y el apasionamiento que uno puede
otorgarle a una obra personal.
Eduardo Useta
Quien Diria
Temas:
01 Por ella
02 La Negra Tomasa
03 Si te vas
04 El tibano
05 Song for Eve
06 La noche de las llamadas
07 Quien diria
08 A Rosa Luna
09 Señora
10 Palermo
11 Song for Eve
Músicos
Eduardo Useta (Guitarra y Voz)
Carlos "Boca" Ferreira (Percusión)
Rubén Rada (Voz)
Raúl Medina (Teclados)
Francisco Fattoruso (Bajo)
Osvaldo Fattoruso (Batería)
Gastón Contenti (Fluger)
Tilo Pereyra (Trompeta)
Jorge "Toro" Castillo (Saxo Alto)
Fernando Dianesis (Trombón)
Alejandra Díaz (Coros)
Omar Estrada (Coros)
Federico Britos (Violin)
Vean los músicos que acompañan a Eduardo Useta, todos buenos.